Total Visitas

07 diciembre 2014

Madrid, te comería a versos




Supersticiones


"Todos tenemos nuestras pequeñas supersticiones. Si no es creer en estatuas mágicas, puede ser no pasar bajo las escaleras o levantarte con el pie derecho. Tocar madera. En martes, ni te cases ni te embarques. Lo que no queremos es ofender a los dioses... 

Las supersticiones vagan entre lo que controlamos y lo que no. Una moneda en el suelo, cógela y se irá el mal agüero.
Nadie quiere desaprovechar la buena suerte pero, ¿ayuda decirlo 33 veces? ¿Alguien nos escucha? Y si nadie nos escucha, ¿por qué nos molestamos en hacerlo? Recurrimos a la superstición porque somos lo bastante listos para saber que no tenemos todas las respuestas.
La vida está llena de sendas misteriosas. No rechaces los amuletos, vengan de donde vengan." 

11 septiembre 2014



"Al final del día, cuando ya termina, todo lo que queremos es estar cerca de alguien. Así que eso de mantener las distancias y pretender que no nos importan los demás, suena como una gran mentira. Así que elegimos y escogemos a quien queremos para estar cerca de ellos. Y una vez que hemos escogido a esa gente, tendemos a quedarnos cerca. No importa cuánto daño les hagamos, la gente que sigue contigo al final del día, esos son los que vale la pena tener. Y claro, a veces, cerca, puede ser demasiado cerca. Pero a veces, esa invasión del espacio personal, puede ser exactamente lo que necesitas."


(Grey's Anatomy)








02 agosto 2014






Yo que vivo en la luna,
quiero darte mi granito de arena. 
Tú vives en una laguna, 
de la noche prisionera. 
De risas inoportunas.
Cárceles de amargura.
Palabras que son cadenas.
¿Por qué no cumples 
tu condena de noches en vela? 
Que yo soy tu trena, 
si tú eres mi novela. 
Yo soy tu tragicomedia. 
Me subes como la espuma, 
yo bajo por tus caderas. 
Si me subes a la luna, 
Verás una luna llena. 
Y tus ojos me miraron. 
Y la luna se cayó del cielo. 
Y tus palabras me hablaron, 
aunque últimamente no te entiendo. 
Pero me pongo tan malo, 
cada vez que me roza tu pelo.
Casi como un bicho raro, 
una especie nueva de insecto. 
Que no, que no, que no. 
Por eso piensa que soy un sueño, 
sueña que pienso, 
mándame un beso, 
llámame un día de estos,
estoy en el metro sin cobertura. 
Y en la parada de tu cintura,
y alégrame esta triste figura. 
Cuéntame un cuento, dame locura. 
Porque si no luego me lo invento.

                       (Estopa)